Por cada cosa negativa que nos ocurre, hay muchas positivas que podremos recordar y que estarán por sucedernos. Cuando nuestra vasija se agrieta por nosotros mismos o por otras personas que nos tratan de lastimar, romper o dañar. Dios sigue permaneciendo ahí, él está en cada latido de nuestro corazón palpitando fuertemente y diciéndonos que “no temamos”.
Si hoy tu día fue oscuro y gris, ponle colores y dale otros matices. El dolor y los problemas de la vida son inevitables, pero en algún momento pasaran. Las experiencias nos confirman que Dios siempre está a nuestro alcance porque él es nuestro puerto seguro
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ojitos que dicen.......